Make your Twitter pop with Free Twitter Backgrounds
MySpaceLayouts

viernes, 29 de enero de 2010

Capítulo 1

Todos los padres dicen que hay que ponerse y centrarse en los estudios porque son muy importantes, y, aunque sí sean importantes, para nosotras hay cosas que importan más, como el primer chico afortunado de tenerte como novia, el primer vestido para la mejor fiesta del año, la primera fiesta en tu casa, la primera escapada nocturna a la luz de la luna y, cómo no, el primer beso, en el que crees que estaréis juntos para toda la vida.
Lo primero siempre es especial aunque haya personas que no lo reconozcan.
Y así comienza mi historia…
¿Conocéis a la típica chica que se lleva bien con casi todo el mundo, que al principio es un poco reservada pero que cuando ya la conoces bien a fondo te das cuenta de que es todo lo contrario, que es estudiosa pero sin pasarse?
Pues esa soy yo, hola me llamo Miranda y os voy a contar la historia que cambió mi vida para siempre.
Yo, como cualquier adolescente, tenía mis problemas pero también tenía lo más importante que se puede tener, unas amigas estupendas que me entendían y me escuchaban cuando las necesitaba.
Era 3 de Noviembre y dentro de un mes exactamente sería mi cumpleaños, era un día cualquiera en el instituto y estábamos en clase de matemáticas, estaba a punto de tocar la campana anunciando el primer recreo. Mis amigas y yo bajamos al patio del recreo y nos pusimos en el sitio preferido de Noemi.
-Noemi, tú sabes que yo te adoro pero me estoy muriendo de frío, ¿podemos irnos adentro?
-Miranda, ¿todavía no te has enterado? A Noemi le gusta uno de esos niños de ahí. Dijo Daniela señalando a un grupo de chicos que estaba enfrente nuestra.
-Ya, ya lo sé. Era Mike ¿no?
-Cállate, te va a oír.
-¿Ese? Si está más sordo…no creo que fuese capaz de oír una bocina aunque se la introduzcan en el oído.
-Eso es verdad Noemi, está un poquito sordo.
-Bueno pero a mí me gusta así.
-¿Te gustan los sordos? Que rara eres.
-No, no te equivoques Daniela, no me gustan los sordos pero si él está sordo no me importa.
-Pues ya te tiene que gustar mucho porque no le falta de nada. Es feo, está sordo, y encima ciego porque llevamos un rato mirándolo y no se inmuta.
-Eso no es de ser ciego, eso es de ser tonto.
-Oye, no te pases, puede que feo sea y sordo también pero ciego, no.
-Sí, sí que está ciego porque no se da cuenta que una chica tan especial como tú quiere con él.
-Gracias Miranda, eres la mejor.
-Muy bonito, me encanta la parte que me toca.
-Jajaja, que se pone celosa.
-Pero Daniela, todas sois las mejores para mí. Dijo Noemi con cariño y acabamos abrazándonos todas.
-Oye Ester, ¿me acompañas al baño?
-Sí claro, ahora volvemos ¿vale?
-Vale, no tardéis mucho.
Ester y yo nos fuimos al baño pero por el pasillo nos encontramos con César, el chico que me gusta, me puse roja y lo miré entonces me di cuenta de que me miró y me sonrió, entonces Ester me dijo:
-Ya sé por qué querías ir al baño.
-¿Por qué lo dices?
-No soy tonta Miranda, me he dado cuenta que os habéis mirado muy efusivamente, eso es algo.
-Ester, que yo quiera con él no significa que él quiera conmigo.
-Ya, pero yo creo que tu sí le gustas a él.
-No digas tonterías…él no quiere conmigo…
-¿Eso, en qué mundo?
-Pues en mi mundo, Ester, en el mundo real, en el de todos.
-Eso no te lo crees ni tú Miranda, yo veo como te mira y como tú le miras a él, es obvio.
-¿Obvio? ¿Para quién? un ciego, ¿no?
-No, obvio para cualquier ojo humano, guapa.
-No digas más tonterías y vamos ya al baño, anda.
-Bueno vale pero esta conversación no acaba aquí, ¿vale?
-Vale vale, pero por ahora dejémoslo, no tengo ganas de hablar más del tema.
-¿Te pasa algo?
-¿A mí? No, nada. ¿Por?
-No se, me ha dado la impresión de que sí te pasaba algo.
-No, no me pasa nada -Dije dirigiéndome hacia el baño.
Cuando salimos del baño Ester y yo fuimos a reunirnos con Daniela y Noemí.
-Menos mal que os dije que no tardaseis, en.
-Es que nos hemos encontrado con alguien y…
-¿Con quién?
-Con…
Yo no quería responder, pero Ester me miro con cara de “mejor que se lo digas” y entonces dije:
-Con César, que salía del baño.
-Miranda, a César le gustas
Yo pensando “otra…¬¬” pero no me atreví, y solo me salió un tonto “no”.
-¿Cómo que no? Eso es una tontería.
Ester, que sabía que estaba triste, dijo:
-Bueno vamos a dejar el tema.
-Si, por favor -Dije aliviada
-Vale, ¿pero pasa algo?
-No, nada. ¿Por qué decís eso?
-¿Cómo?
-Es que, eso, me lo preguntó Ester antes.
-Sí, porque parecías triste.
Daniela terminó la frase de Ester.
-…igual que ahora.
-No estoy triste -Dije riéndome
En realidad, lo que me pasaba es que no quería hablar del tema. Quería olvidarme de él porque sabía que él nunca querría conmigo, pero no sabía cómo. Para mí era perfecto y no podía parar de pensar en él, para mí era imposible olvidarme de César pero sería algo que tendría que lograr, y lo tendría que lograr sola.

No hay comentarios:

Publicar un comentario